Durante muchos años en la ciudad de Nizhny Novgorod, se esparció la noticia de el ladrón de tumbas ruso, decenas de cuerpos fueron profanados y la gente estaba muy asustada por el hecho, ya que no conseguían un rastro de a dónde pudieron haber ido los cadáveres. 

Historia

Después de múltiples reportes de cuerpos desaparecidos, la policía comenzó a investigar el paradero de los mismos y del responsable de llevarlos, había testigos que afirmaban que un hombre encapuchado se acercaba al cementerio con un automóvil marrón, se iba a la madrugada del día siguiente cada vez que visitaba el lugar. Cuando una noche se acercaron para ver qué sucedía, la persona se marchó rápidamente. 

Como apoyo de su investigación se toparon con Anatoly Moskvin quien catalogaron como genio por hablar 13 idiomas, es un historiador conocido de la ciudad por la coincidencia de ser un apasionado por los cementerios, este también había escrito varios artículos sobre el tema, además de de que asegura ser un explorador de estos lugares. 

Svetlana Kovylina, quien es la vocero oficial de la agencia policial de la ciudad, decidió investigar de forma rigurosa a Anatoly, fue así como dieron con el paradero de los cuerpos, todos de niñas y no solo los profanaba, también se los llevaba a su casa. 

Arresto 

Un diario local afirmó el arresto de el ladrón de tumbas ruso cuando una noche, la policía lo encontró saliendo del cementerio con varias bolsas llenas de huesos, lo siguieron hasta su hogar y lo atraparon con las manos en la masa, el hecho fue insólito para Nizhny Novgorod.

Durante los interrogatorios se supo que la obsesión de Anatoly se desarrolló cuando tenía doce años y cito “pasó frente a un cortejo fúnebre cuyos participantes lo obligaron a besar el rostro de una niña de once años muerta».

El diario también reportó que el hombre fabricaba muñecos con los huesos respectivos de las víctimas, los arropaba e incluso había celebraciones de cumpleaños para los cadáveres, ya que había investigado información sobre  cada uno de los cuerpos que tomaba. Para variar, había escrito manuales y tutoriales de cómo construir muñecos con restos humanos. 

Juicio de el ladrón de tumbas ruso

La corte rusa llevó a Anatoly a un juicio en el cual todas las familias de los cadáveres robados estaban presentes,  estos quedaron aterrorizados con los argumentos del señor ya que decía que no los consideraba como víctimas, sino compañeros, “Ustedes abandonaron a sus hijas en el frió, yo las llevé a mi hogar y les di cobijo”. 44 víctimas fueron las que se convirtieron en muñecos de los que él aseguraba, podía hacerlas volver a la vida, además de eso profanó un total de 150 tumbas. Fue diagnosticado con esquizofrenia y siendo así no apto para ser juzgado, fue enviado a una institución psiquiátrica. 

Actualidad

El hombre se encuentra encerrado en la institución psiquiátrica de la ciudad de Nizhny Novgorod, lleva ahí desde el 2011 y los habitantes del pueblo aún siguen peleando por el encarcelamiento de Anatoly. Declaran que no dejan de sentir miedo si queda libre, ya que afirmó que si volviera a salir a las calles, volvería con sus “niñas”. 

Cabe destacar que declaró que nunca tuvo actividad sexual con ninguno de los cuerpos que llevó a su casa, sino que más bien las contemplaba por horas, les cantaba canciones e incluso miraba la televisión con ellas, las trataba como si estuvieran vivas. Los actos de Anatoly Moskvin lo dieron a conocer como el ladrón de tumbas ruso, además de un loco constructor de muñecas de restos humanos. A pesar de que él no se vea de esta forma e incluso justifique sus actos como apoyo y uso de la ciencia y magia para un tipo de resurrección, los habitantes de Nizhny Novgorod han quedado horrorizados y posiblemente traumados por el hecho de que un extraño se robe los cuerpos se sus seres queridos.

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